El Príncipe
En la pista
Orígenes y linaje
Pablo Alfonso de Metternich y Silva, X Conde de Castillejo, VI Príncipe de Metternich - Winnebourg, hijo del Príncipe Klemens de Metternich - Winnebourg, y de Doña Isabel de Silva y Carvajal, IX Condesa de Castillejo, nació en Österreich, Viena, el 26 de mayo de 1917.
(Izquierda) Pablo Alfonso de Metternich y su mujer Tatiana Vassiltschikov en el Palacio de Johannisberg (1964).
(Derecha) Retrato familiar del Príncipe de Metternich junto a su Madre Doña Isabel de Silva y Carvajal. Princesa de Metternich-Winnebourg, IX Condesa de Castillejo.
Era tataranieto del reconocido diplomático austríaco Klemens von Metternich, al cual en reconocimiento a los servicios del canciller, el emperador de Austria le otorgó el titulo, primero de Conde y luego de Príncipe de Metternich-Winnebourg y la herencia de Johannisberg en el Rin.
Durante la infancia, Pablo Alfonso de Metternich y Silva vivió en Suiza, asistiendo al internado de Le Rosay. En el año 1940 se reunió en Berlín como soldado ordinario en el ejército alemán, donde pertenecía a un círculo de opositores al régimen, fue allí donde conoció a la que sería su futura esposa Tatiana Wassiltschikoff, que trabajaba como traductora y relaciones diplomáticas en el Ministerio de Asuntos Exteriores.
En 1941 se casaron en Berlín, en el Grunewald, el 6 de septiembre, por el padre Shahovski, que luego sería Arzobispo de Juan de San Francisco. Como hijo de una mujer noble española y por los estrechos vínculos con España, la embajada española apoyó la boda.
La vida en la Europa de la segunda guerra mundial fue complicada, por lo que el matrimonio se desplazó al Castillo Kynžvart (Schloss Königswart), en Egerland (ahora en la República Checa), administrando las propiedades de la familia en esta zona.
A la finalización de la segunda guerra mundial en 1945, con la expropiación y la expulsión de Checoslovaquia perdieron su propiedad, lo que les obligó a instalarse en otra finca familiar, la bodega Schloss Johannisberg, en el Geisenheim del Rheingau, edificio que había sido destruido por los bombardeos durante la guerra y que ellos se encargaron de restaurar.
En 1974 en colaboración con Henkell & Söhnlein, la bodega paso a formar parte del grupo Oetker, compartiendo la propiedad del castillo y creando el vino espumoso "Fürst von Metternich" (Príncipe de Metternich), que tiene unas ventas anuales de casi diez millones de botellas, distribuyendose actualmente por el grupo Henkell KG.
Bodega Schloss Johannisberg y champagne Fürst von Metternich
Después de la muerte de su esposo en 1992, la princesa vendió la propiedad por completo a Oetker, pero retuvo el derecho de vivir en las instalaciones hasta su fallecimiento en 2009.
En 1979 fue galardonado con la Cruz del Mérito Federal de primera clase, y en 1990 recibió la Gran Cruz del Mérito Federal en Alemania, otorgada por la República Federal Alemana en reconocimiento y gratitud por sus logros, que sirvieron para la reconstrucción del país en los campos de la actividad política, socio-económica e intelectual, y pretende significar un premio para todos aquellos cuyo trabajo contribuye al surgimiento pacífico de Alemania.
También estuvo involucrado en el organismo de Socorro de la Gran Orden de Lázaro, cuyo compromiso personal produjeron resultados sobresalientes en las actividades internacionales, caritativas y ecuménicas. Por todo ello en 1978 fue nombrado con el titulo de Gran Bailli de la “Grossballei Deutschland” de la Orden. En 1992 la Princesa Tatiana sucedió a su difunto esposo como “Gran Alguacil” de la organización en Alemania con una participacón muy activa.
En el año 1992 el Príncipe de Metternich falleció de cirrosis hepática en Ginebra. Con su fallecimiento, al no tener hijos, el título de Príncipe de Metternich murió en la línea masculina, siendo su viuda el último representante de la casa Metternich-Winneburg, denominación alemana germana de Fürst von Metternich Winneburg Beilstein.
El Príncipe de Metternich fue un ávido competidor durante los años 50 y 60, siendo una de sus más importantes aficiones. Participó como corredor en las más importantes competiciones automovilísticas como así demuestran sus seis inscripciones en el Rally de Montecarlo y en el Tour de Francia automovilístico. Compitió en las 24 horas de Le Mans de 1956 y participó en la Targa Florio y la Mille Miglia italiana. Ávido deportista, condujo Porsches, Mercedes así como deportivos preparados y prototipos de las más importantes marcas europeas, siendo embajador de ellas en muchas competiciones mundiales.
(Izquierda) 24 horas de LeMans (1953) con Pegaso Z-150. Equipo Principe Metternich.
(Derecha) Circuito LeMans (1956) con Mercedes 300 SL. Equipo privado P.Metternich.
En 1952, Metternich compitió en México en la carrera Panamericana con su Porsche 356 SUPER, animando a los fabricantes de automóviles alemanes y europeos a participar en estas competiciones. Su iniciativa personal hizo que posteriormente Porsche participara, consiguiendo grandes éxitos en la Carrera Panamericana. De esta iniciativa y en su memoria aparecieron los modelos “Carrera” y “Panamera”.
Atraído por su otra patria, España, el Príncipe Pablo Alfonso colaboró en la difusión de la ya conocida marca Pegaso E.N.A.S.A. en el mundo de los circuitos y las grandes competiciones, facilitando la participación de los prototipos creados por Wifredo Ricart, incluso llegando a pilotar algunos de ellos.
No pudo resistir el mágico influjo hispano de los Pegaso, participando en varias carreras de resistencia, como las 24 horas de Le Mans con un Pegaso en 1956, y más tarde con el Pegaso Z102 STC en el equipo Jover-Metternich en Le Mans en 1963, así como en las 12 horas de Reims.
(Derecha) P. Metternich en la Carrera Panamericana (México 1952) con Porsche 356 SUPER.
(Izqda arriba) Record de velocidad en 1953, en Vic (España) con el Pegaso Bisiluro P.Metternich y Celso Fernandez. Equipo “Pegaso Rapid”.
(Izqda centro) Carrera Targa Florio en 1962 (Italia). Prototipo Austin Mini Cooper 1100, Downton Engineering. Equipo P.Metternich y Bernard Cahier.
(Izqda abajo) Circuito LeMans 1953. Pegaso Z102 STC. Equipo Jover-Metternich.
Fue uno de los destacados pilotos en competición de nuestra marca de deportivos más genuina. Estuvo en los récords de 1953 establecidos en la carretera de Tona a Vic, junto a Celso Fernandez con el “Bisiluro” y la “Barqueta Touring” del equipo “Pegaso Rapid”, alcanzando sobre este singular superdeportivo los 220 km/hora. Posteriormente con este vehículo la marca Pegaso alcanzaría el récord del mundo de 243 km/h.
En 1956 participo con su propio Mercedez Benz 300 SL - Metternich, en las 24 horas de LeMans en la categoría de corredores privados, aunque no pudo acabar, rompiendo el motor a mitad de la edición, siendo el único Mercedes en participar ese año después de la retirada de los circuitos de la marca, tras el trágico accidente originado por la escudería en la edición anterior. Por esta razón su vehículo se personalizó eliminando el emblema de la estrella y algunos distintivos..
En el año 1962 participó en la carrera Targa Florio con el Austin Mini Cooper 1100, un prototipo de Downton Engineering conducido por él y Bernard Cahier, sin éxito al no poder clasificarse. A pesar de no haber terminado la Targa Florio de 1962, el pequeño Mini del Príncipe y el fotógrafo francés de automovilismo atrajeron no solo la atención, sino también los corazones de la multitud siciliana. Usando un juego de neumáticos en cada vuelta, el Mini también perdió la segunda marcha, y su ritmo se redujo hasta el punto en que no se clasificó. Sin embargo, en su última vuelta, el auto había ganado tanto afecto que la multitud estaba tirando flores en su camino, animándoles hasta el final.
Dos años después un Mini Cooper preparado, ganaría el Rally de Montecarlo, siendo el inicio de una leyenda del automóvil.
Rueda de prensa del Campeonato Mundial de Pilotos de Fórmula 1. Paris 1978. Junto a Pierre Ugeux, el piloto Jimmy Stewart y el jefe de carreras Bernie Ecclestone.
En 1960 fue elegido presidente del “Automobilclub Von Deutschland” y desempeñaría un papel fundamental en el desarrollo de la organización. En el mismo año se convirtió en miembro del comité de la FIA (Federación Internacional del Automovil).
La FIA es el órgano rector del deporte automovilístico mundial y la federación de las principales organizaciones automovilísticas del mundo. Fundada en 1904, con sede en París, FIA es una asociación sin ánimo de lucro. Reúne a 240 organizaciones nacionales de automovilismo y deporte de 144 países de los cinco continentes. Sus clubes miembros representan a millones de automovilistas y a sus familias.
Posteriormente en 1975, fue elegido presidente de la FIA, después de haber sido presidente de la Comisión Deportiva Internacional (CSI) durante cinco años. El traspaso de poderes entre nobles como principales representantes de la FIA siguió su camino en la parte final del siglo XX, demostrando que los puestos de poder estaban bien custodiados por los que pudieran permitirse tal cargo. La herencia del puesto del principe Amaury de Merode resultó ser novedosa, perdiendo la hasta entonces bonita costumbre de delegar la posición imperante a un vicepresidente o designar un sucesor que tendría muchas opciones de salir elegido en las urnas. Finalmente en 1975, el sustituto del príncipe belga fue otro príncipe, el alemán Paul Alfons von Metternich-Winneburg, de origen austríaco y español.
El Príncipe de Metternich, fue presidente de la FIA entre 1975 y 1985 y se encargó de la fusión de la Comisión Deportiva Internacional (CSI), división deportiva de la FIA que se unió bajo el nombre de FISA y que él mismo presidió entre 1970 y 1976. También ejerció de presidente del Club Automóvil Alemán (AvD Automobilclub von Deutschland) durante 32 años, entre 1960 y 1992. Con su muerte finalizó la herencia masculina de la familia Metternich y dio paso a unas conocidas luchas de poder en la FIA.
El deporte del motor representó la mayor parte de las actividades de la Federación, que tenían en el Príncipe Metternich, un competidor experimentado y un presidente seguro, enólogo de renombre, e ingenioso conversador en cinco idiomas extranjeros que tenía conexiones en los lugares más altos.
Con su formación deportiva y empresarial y los valores tradicionales de una de las familias más respetadas de Europa, fue la persona ideal para liderar a la FIA en el mundo moderno, siendo para él un trabajo soñado como diplomático, que conseguía unir y mover los hilos de la política como una vez su antepasado, el canciller austríaco Clemens Príncipe de Metternich hiciera en Europa.
Después de su retiro en 1985, el Príncipe de Metternich disfrutó de un retiro tranquilo con su esposa en el castillo de Johannisberg en Alemania. Murió en 1992 a los 75 años.
La familia Metternich es una familia perteneciente a la más alta nobleza alemana, originaria de la región de Renania, (en alemán, Rheinland) es el nombre con el que se designa a las tierras de ambos lados del río Rin, al oeste de Alemania, una región rica en minerales y apreciada por sus viñedos.
La casa de Metternich encuentra su origen en la Edad Media como funcionarios del arzobispado de Colonia, uno de los territorios más representativos del Sacro Imperio. El apellido Metternich empezó a usarse en el Siglo XIII gracias a la población del mismo nombre, hoy perteneciente al municipio de Weilerswist, situado apenas a 20 kilómetros de Colonia. La expansión de la familia fue tal, que en el siglo XVI contaba con siete ramas distintas distribuidas todas ellas en los territorios que hoy forman parte de Luxemburgo, el oeste de Alemania y el este de Francia.
Entre otros miembros prominentes de la casa Metternich destacan:
Lothar Johann Reinhard von Metternich (1551–1623), Arzobispo-Elector de Trier.
Heinrich von Metternich zu Brohl († 1654), primer ministro, luego soldado, gobernador del bajo palatinado ocupado de Baviera y mayor general.
Klemens von Metternich (1773-1859), diplomático y político austriaco.
Princesa Klementine von Metternich (1804-1820).
Princesa Pauline von Metternich (1836–1921), fundadora de un salón literario en Viena.
Clementine von Metternich-Sandor (1870–1963).
Klemens von Metternich y Congreso de Viena en 1814.
Klemens von Metternich, nacido en Viena, fue ilustre político, estadista y diplomático austríaco, que sirvió durante veintisiete años como ministro de asuntos exteriores del imperio austriaco, además de ejercer en simultáneo como canciller desde 1821, momento en que se creó el cargo, hasta la venida de las revoluciones de 1848. A lo largo de su dilatada carrera, Metternich se mostró como un firme conservador, opuesto a los movimientos liberales y pro-revolucionarios, siendo el archienemigo de Napoleón I.
Se dedicó a la defensa de las monarquías europeas, siendo a través del Congreso de Viena, el arquitecto de la "Europa de Hierro", que restauró el antiguo régimen a lo largo de los diferentes países del continente tras la caída del Imperio Napoleónico.
En reconocimiento a los servicios del canciller, el Emperador de Austria le otorgó el titulo, primero de conde y luego de Príncipe de Metternich-Winnebourg y la herencia de Johannisberg en el Rin en Octubre de 1813.
Por su carácter altruista y gran mecenas en la Familia Metternich, destacamos a Pauline Marie Clémentine Walburga, Princesa de Metternich-Winnebourg zu Beilstein (nacida condesa Pauline Sándorde Szlavnicza el 25 febrero de 1836. Fue una conocida aristócrata austriaca de la alta sociedad, principalmente activa en Viena y París.
Pauline von Metternich y su famoso 'duelo emancipado' con la condesa Anastasia Kielmansegg en el verano de 1892
Conocida por su gran encanto y elegancia, así como por su compromiso social, fue una importante mecenas y promotora del trabajo del compositor alemán Richard Wagner y del compositor checo Bedřich Smetana, también fue fundamental para la creación de la industria de la alta costura.
Pauline acompañó a su esposo, un diplomático austriaco, en sus misiones a la corte real sajona en Dresde y en 1859 a la corte imperial francesa en París, donde vivieron durante más de once años hasta la guerra franco-prusiana de 1870.
Ella desempeñó un papel importante en la vida social y cultural de Dresde y París, y a partir de 1871 en Viena. Los viajes regulares de Pauline entre París y Viena, y sus estadías prolongadas, le permitieron actuar como transmisora intercultural de las muchas tendencias que le interesaban en la música, las ideas políticas y el deporte.
Era amiga íntima y confidente de la emperatriz francesa Eugenia, y era una personalidad prominente en la corte del emperador Napoleón III. En 1860 presentó al diseñador de moda Charles Frederick Worth a la Emperatriz y así comenzó su ascenso a la fama.
La Princesa Paulina era una ardiente mecenas de la música y las artes contemporáneas, y también se convirtió en una líder de la sociedad de moda, ya sea en París o en Viena, estableció las últimas tendencias sociales. Enseñó a los aristócratas franceses y checos a patinar, y a las damas a fumar cigarros sin temor a su reputación. Conocía a muchos compositores y escritores, incluidos Charles Gounod, Camille Saint-Saëns, Prosper Mérimée y Alexandre Dumas, y se correspondía con ellos. Impulsora de pintores y artistas, Edgar Degas, le retrato en 1865.
Se hizo amiga de los compositores de música Richard Wagner (que le dedicó una composición de piano) y Franz Liszt, y respaldó su carrera. Uno de sus protegidos era el principal músico checo de la época Bedřich Smetana, a quien introdujo en los círculos musicales de Viena y París. Gracias a Pauline, la ópera cómica de Smetana The Bartered Bride fue producida en Viena en 1892 con gran éxito popular.
En 1870 permaneció al lado de la emperatriz Eugenia en París durante la guerra Franco-Prusiana, más tarde ayudó a escapar de la Emperatriz de París a Gran Bretaña. En Viena, era admirada por su compromiso social, pero también temida por sus chismes. Su enemistad con la emperatriz Elisabeth de Austria fue casi legendaria y la corte de los Habsburgo la sufrió.
El "Castillo de Metternich" (en alemán "Burg Metternich"), también conocido como "Castillo de Beilstein", se encuentra en el municipio de Beilstein, distrito de Cochem-Zell, en el estado de Renania-Palatinado, Alemania.
Algunos historiadores creen que la construcción del castillo de Beilstein se remonta a mediados del siglo XIII. La referencia conocida al respecto se remonta a 1268, cuando pertenecía Johann von Braunshorn, señor de la archidiócesis de Colonia. Pasando durante los siglos sucesivos por diversos propietarios de la casa Winnebourg. El castillo sobrevivió a la agitación de la guerra de los Treinta Años (1618-1648), fue ocupado por tropas suecas y españolas, las cuales lo respetaron, abandonándolo en buen estado de conservación.
Castillo de Metternich, pintura del SXVIII y fotografía actual.
Ante la extinción de la familia Winnebourg en 1637 el castillo pasó a ser propiedad de la Casa de Metternich. El último miembro de la familia en poseer el castillo fue Klemens Wenzel von Metternich, Príncipe de Metternich-Winnebourg-Beilstein, Canciller del Imperio Austriaco de 1821 a 1848.
En el contexto de la guerra de los Nueve Años (1688-1697), el castillo fue destruido por las tropas francesas y no fue reconstruido. Actualmente en ruinas, el castillo pertenece a la familia Sprenger-Herzer. El castillo se puede visitar, siendo un ejemplo de arquitectura militar sobre un espolón rocoso dominante sobre el río Mosela, con unas preciosas vistas rodeadas de viñedos, a una altura de 150 metros sobre el nivel del mar. El complejo está formado por las ruinas parcialmente conservadas de varios edificios residenciales, y el conjunto está dominado por una torre pentagonal, que se eleva a 25 metros de altura.
El Palacio de Kynzvart, en la Bohemia Occidental, muy cerca de la frontera con Alemania, fue erigido en el siglo XIII, cuando el rey checo Premyl Otakar II mandó edificar un castillo al que dio el nombre de Kunigeswart. Las ruinas de esta primera edificación son aún visibles desde el actual palacio Kynzvart, cuya construcción se llevó a cabo a finales del siglo XIX. Ocupa un paraje de excepcional belleza que ha tenido un rol muy significativo para la historia europea, ya que perteneció hasta 1945 a la familia Metternich, siendo utilizado durante 300 años como residencia de verano y siendo en él donde se mantuvieron importantes reuniones políticas.
En este ambiente, Klemens von Metternich, conde y Príncipe de Metternich-Winnebourg, jugó un papel fundamental en la política europea como constructor de la paz que siguió a la derrota de Napoleón. Fue uno de los artífices de los acuerdos de paz entre Napoleón y Austria y organizador del Congreso de Viena (1814-1815).
Palacio de Kynzvart o Palacio de Metternich
En 1940 durante la segunda guerra mundial y hasta el final de esta en el año 1945, fue la residencia del Principe de Meternich y su esposa la Princesa Tatiana de Metternich. La pareja vivió en Berlín y luego en este palacio de Schloss Königswart, abandonándolo después de la expulsión de los alemanes de Checoslovaquia en 1945, para finalmente establecerse en los viñedos de Johannisberg.
Al finalizar la guerra el palacio fue saqueado y abandonado hasta su reciente restauración gracias a la ayuda de la Unión Europea. Se procedió a la renovación de los estucos, de las pinturas murales, así como del mobiliario. En la actualidad el palacio se puede visitar y recorrer sus lujosas instalaciones y dependencias palaciegas, incluida la capilla.
Cuenta con una gran biblioteca y un gabinete de curiosidades que ocupa varias salas y cuenta con más de cuatro mil objetos del mundo entero, entre otras curiosidades se pueden destacar un traje de Metternich cuando tenía 4 años, momias egipcias, unos guantes de Maximiliano de México y el libro de oraciones de María Antonieta, una mesa que antaño perteneciera al escritor francés Alexander Dumas padre, en las vitrinas se encuentra una mecha del pelo del compositor alemán, Ludwig van Beethoven, reliquias del Cid Campeador y de su esposa Jimena que datan del siglo XI, así como un manuscrito de la obra teatral "María" de Lope de Vega, igualmente unos antiguos sarcófagos con momias egipcias que habían sido obsequiadas al canciller Metternich por el Virrey de Egipto Muhammad Ali Pasha.
Categoría oficial de 4 Estrellas Verdes en Castilla - La Mancha
Distinguidos con el Sello Compromiso de Calidad Turística en Destino (ver compromisos)