Llegamos a una de las estancias más sorprendentes de la Casa del Príncipe, un gran espacio de 135 metros cuadrados separados en dos mitades por un mueble en forma de de damero coronado por un cieloraso a 2,20 metros de altura. Un contraste con el resto del espacio que posee una altura siguiendo la inclinación del tejado que nos lleva hasta los 4,50 metros de altura interior.
La cara norte del salón está presidida por una inmensa pared blanca, mientras la cara sur mira hacia el patio principal y piscina de la casa, todo ello a través de unos largos ventanales de 22 metros de longitud.
Se ha cuidado la decoración respetando al máximo la idea original. Sorprenden las sillas de enea de seis patas, utilizadas en Cataluña para amamantar, sillas que igualmente sirvieron a Dalí para apoyar sus famosos lienzos.
Fibra vegetal, ocres, y detalles artesanales visten la estancia presidida por una enorme chimenea metálica que nos identifica esta casa con sus arquitectos Peter Harnden y Lancarlo Bombelli. Podemos encontrar chimeneas similares en sus famosas construcciones de Cadaqués.
El resto del espacio lo preside una gran mesa de madera rodeada de sillas de enea, lugar destinado al espacio de comedor.
Categoría oficial de 4 Estrellas Verdes en Castilla - La Mancha
Distinguidos con el Sello Compromiso de Calidad Turística en Destino (ver compromisos)